Para la Organización Mundial de la Salud (OMS), Salud es la condición de todo ser vivo que goza de un absoluto bienestar a nivel físico, mental y social.
Esta definición se sustenta en el Modelo Biopsicosocial que es el que plantea la importancia de tener en cuenta los factores biológicos, psicológicos y sociales, pues la interacción entre ellos indicará el estado de salud.
Al considerarse este modelo como el imperante actualmente en las ciencias sanitarias, el análisis tanto del diagnóstico como del tratamiento del/a paciente ha de incluir información de los tres ámbitos mencionados. Esto nos lleva a pensar en la importancia de un abordaje multidisciplinar.
Salud es un concepto dinámico y en contínuo movimiento, así como el entorno cambia también lo hace el individuo y así como el individuo cambia también su estado de Salud.
Si no fuese móvil parecería un lugar determinado, un momento concreto, un estado particular. Un estado inmóvil y estático al que se llega y en el que una/o se queda habitando, viviendo, siendo. No es así.
Sólo permanece estático lo que carece de vida.
Resulta muy poderoso concebir la Salud como libertad, como capacidad de autonomía personal y posibilidad de disfrutar.
Desde este enfoque, el camino hacia la Salud consiste en el aprendizaje de diferentes herramientas relacionadas con el reconocimiento de nuestras sensaciones corporales, las emociones vividas, nuestros ritmos de actividad y descanso, nuestras tendencias cognitivas o las circunstancias relacionales y sociales en las que nos encontramos.
En esta travesía de auto-aprendizaje es importante sentirse bien acompañada/o y en un espacio seguro, pues con amabilidad y calma practicamente todo puede conseguirse.
Aquí se trabaja con estos principios y desde estas ideas ya que tener una sociedad conocedora de su propia Salud nos beneficia a todas/os como grupo.